La asociación Survie condena enérgicamente la masacre del lunes 28 de septiembre en Conakry (Guinea) y apoya sin reservas a los movimientos de la sociedad civil en su lucha por la democracia y la justicia. Survie denuncia la gran tolerancia de la diplomacia francesa ante las agresiones de los regimenes guineanos desde hace varias décadas.
Más de 150 muertos, más de mil heridos, decenas de violaciones y detenciones: es el terrible balance de la sangrienta represión, llevada a cabo a plena luz del día por el ejército guineano, de la manifestación pacífica organizada en Conakry por movimientos de la sociedad civil de Guinea para recordar el compromiso del capitán golpista Moussa Dadis Camara de no presentarse a las elecciones presidenciales de enero de 2010. Estas víctimas se suman a las de los movimientos sociales reprimidos en 2006 y en enero de 2007, con la misma brutalidad, por bárbaros sin fe ni ley envalentonados por décadas de ejercicio de un poder militar cuyos crímenes permanecen impunes.
La asociación Survie, preocupada por la suerte de la población guineana y por el riesgo de que lo arbitrario se imponga de nuevo sobre las movilizaciones que reclaman un Estado de derecho en Guinea:
Tras la ruptura histórica después del referéndum de 1958 (1), un acercamiento franco-guineano, en los años ochenta, condujo a Francia a apoyar militar y diplomáticamente al régimen de Lansana Conté. La visita simbólica de Jacques Chirac a Conakry en 1999, poco después de la farsa electoral que robó la victoria en las presidenciales al opositor Alpha Condé, representó uno de los momentos claves de una cierta “renovación” en las relaciones franco-guineanas. Desde la llegada al poder de Nicolas Sarkozy, la política de la “francáfrica liberada”, que se basa en la defensa incondicional de las posiciones económicas conquistadas (Gabón, Congo, Chad...) o por conquistar (Libia, R.D. Congo, Angola, Sudáfrica...), situó a Guinea entre los territorios de prospección para las empresas francesas. Todo ello lleva a nuestra asociación a:
– dudar seriamente de las “verdaderas falsas” presiones que ha ejercido Francia sobre la junta de Guinea que son, además, desacreditadas por el hecho de que Alain Joyandet viajara este verano allí para intentar convencer a Dadis Camara de que no se presentara a las presidenciales, solo unos días después de haber felicitado al general Abdel Aziz que acababa de efectuar en Mauritania la misma maniobra que Dadis Camara;
– denunciar el papel desempeñado por emisarios de una diplomacia paralela sin mandato oficial, como el diputado Patrick Balkany, partidario declarado de la candidatura de Dadis Camara a las presidenciales;
– reclamar el fin (y no la simple suspensión) de la cooperación militar francesa (dos millones de euros al año y nueve cooperantes formando a los oficiales del ejército de Guinea, desde 2007) así como el cese de la venta de armas francesas al régimen;
– solicitar a los parlamentarios franceses que reclamen claridad en la estrategia de la diplomacia francesa frente al régimen guineano y respecto a la ayuda que esta le ha proporcionado (cooperación militar, económica, venta de armas, etc.), especialmente desde las agresiones de 2006;
– el fin de la represión contra los opositores, caracterizada según los testigos directos, por centenares de detenciones pero también por desapariciones y ejecuciones extrajudiciales;
– la liberación de los arrestados por los militares durante y tras la manifestación del 28 de septiembre;
– la apertura de una investigación internacional y de un proceso judicial ante los tribunales internacionales para establecer las responsabilidades en las masacres y perseguir a los culpables, autores y dirigentes;
– que la comunidad internacional abra un dialogo para determinar la oportunidad de recurrir a una fuerza internacional que proteja a la población de las agresiones de los militares y garantice las condiciones de un proceso electoral libre y transparente;
– el rechazo al papel de mediador confiado al presidente burkinés Blaise Compaoré, implicado a su vez en varios conflictos sangrientos que sembraron de luto la región (Liberia, Costa de Marfil) y asiduo del fraude electoral en su propio país. Los guineanos tienen ya alternativas con más credibilidad como Alpha Omar Konaré.
— la voluntad real de la comunidad internacional de actuar para proteger al pueblo guineano, inquietud reforzada por la impunidad en la que han quedado las matanzas de 2006 y 2007;
– el papel de las multinacionales (mineras y otras) con intereses en Guinea que pueden, como en otras crisis en la zona, caer en la tentación de apoyar y financiar a una u otra parte susceptible de garantizar el mantenimiento de sus rentas.
– el papel desempeñado por mercenarios liberianos dentro o fuera del ejército guineano, confirmado por testigos de las masacres del 28 de septiembre y que recuerdan conflictos en esa región de funesta memoria.
Finalmente, la asociación Survie, preocupada por el impacto que podría tener en el resto de África la impunidad en Guinea tras semejantes agresiones, en un contexto de retroceso de los movimientos de transición democrática emprendidos en los años noventa, llama a un movimiento de solidaridad y de diálogo con todas las sociedades civiles que se enfrentan a la perpetuación o reimplantación de regimenes autoritarios en Gabón, el Congo, Togo, Mauritania y Níger.
Contacto de prensa : Stéphanie Dubois de Prisque stephanie.duboisdeprisque(a)survie.org Tel. : 0033 1 44 61 03 25
Traducido por Rocío Anguiano, Tlaxcala